La cetrería es la
actividad de cazar con aves rapaces,
especialmente con halcones, águilas, gavilanes, y otras aves de presa para la captura de especies de volatería o de tierra. Biológicamente se trata
de una simbiosis entre hombre y animal, una relación en
la que ambas especies se benefician. El humano captura y liga al ave de presa al
propio hombre, por reflejos condicionados, y la entrena en la
caza y en la fidelidad. Su pájaro captura otras aves o cualquier otro tipo de
presa, generalmente cuadrúpedos pequeños o medianos.
La cetrería fue una
práctica muy extendida en la
Edad Media , ligada a la nobleza y a los potentados. Acabó
decayendo por el progreso de las armas de fuego y la mayor vistosidad y
festividad que se podía ofrecer con las partidas de caza mayor, especialmente
la montería. El 16 de
noviembre de 2010, la Unesco la declaró Patrimonio Cultural Inmaterial de la
Humanidad, en una
candidatura multinacional de Arabia
Saudita, Bélgica, República
Checa, Corea del Sur, Emiratos Árabes Unidos, España, Francia, Marruecos, Mongolia, Qatar y Siria. El 6 de
diciembre de 2012, se unieron a esta
candidatura Austria y Hungría.
Los orígenes de la
cetrería son muy antiguos. Es posible que se haya descubierto en China, ya que existen
muchas referencias sobre la práctica de la cetrería antes de Cristo en diversos
textos chinos.
Parece que a Europa
occidental llegó de mano de las invasiones godas. El primer testimonio gráfico,
datado en el siglo V después de Cristo. En Europa la época dorada de esta arte y afición
fue la Edad Media.
Se puede decir que más o menos desde el siglo VI hasta el siglo XVI,
en el que se practicaba la caza con halcones y azores, disfrutó de su
mayor auge y difusión. Esta técnica venatoria perdió terreno frente a las
novedosas armas de fuego y, también, a causa de lo costoso que era mantener un
buen equipo de halcones y halconeros, pues la cetrería, por lo general, fue una
práctica reservada para reyes y grandes señores, aunque no había ninguna ley
que se la prohibiera al pueblo llano, pero para obtener comida había métodos más
efectivos y seguros.
Hoy es un deporte
que en el mundo occidental se practica con aves de presa criadas en cautividad,
lo cual no supone ningún peligro para las aves salvajes. Sin embargo, aún hay
zonas remotas en las que se siguen capturando aves silvestres.